Debido a que las temperaturas de este invierno son expepcionalmente altas y puesto que creo que tarde o temprano llegara el frio extremo (temperaturas inferiores a -4 C), aunque solo sean dos o tres días, he tomado la decisión de retrasar la poda al máximo posible hasta finales de Abril, para que las yemas no se desarrollen hasta mediados de Mayo y así evitar una posible helada tardía, que podría comprometer el desarrollo de los sarmientos y la vendimia.
Siempre he sido partidario de hacer la poda en pleno invierno pero en esta ocasión creo que lo mas sensato es retardarla lo máximo posible.