La permacultura consiste en mantener las viñas como si de un bosque se tratara, este sistema permite cultivar sin necesidad de utiizar insecticidas ni productos químicos, puesto que el mismo ecosistema mantiene un equilibrio que permite a las cepas crecer sanas y resistentes.
Las arañas evitan la proliferación de insectos perjudiciales para las plantas como las polillas del racimo, las malas hierbas tras ser aplastadas, forman una capa protectora para la tierra, evitando que los rayos UV penetren y afecten la calidad del suelo, este mantón orgánico permite alojar a multitud de pequeños animales que generan humus con sus deposiciones. También contribuyen a dar calidad al suelo la descomposición vegetal por la acción de la humedad y de los hongos.